jueves, 6 de octubre de 2011

ATENCIÓN A VÍCTIMAS

No es cierto que la Iglesia en su trabajo pastoral se haya olvidado de las víctimas directas o indirectas de los delitos; las hemos acompañado y, de alguna manera, buscado forma para aliviar su dolor y sufrimiento. Nuestro trabajo pastoral se realiza de manera silenciosa, porque no busca el reconocimiento social, sino el de dar respuesta desde la fe a la necesidad humana. Por su naturaleza, la Iglesia contribuye permanente, a través de diferentes pastorales y movimientos, en la promoción del respeto a la dignidad humana mediante la atención a la niñez, la familia, la juventud, los discapacitados, entre otros sectores que son acompañados en las comunidades. Hemos señalado, y lo reiteramos, la necesidad de aplicar la Ley 31, del 28 de mayo de 1998 sobre la protección a las Víctimas del delito, porque han sido constantemente olvidadas, tanto en la investigación policial, el proceso judicial y las autoridades competentes.

Información extraida del Panorama Católico/ domingo 2 de octubre de 2011/ contraportada

martes, 4 de octubre de 2011

La Iglesia ante la pena de muerte y cadena perpetua

La oficina de comunicación y prensa de la arquidiócesis de panamá ha emitido un comunicado donde presenta la posición de la Iglesia frente al tema de la pena de muerte y cadena perpetua.

En la actualidad los panameños, vivimos momentos de zozobra ante la inseguridad ciudadana y los crímenes que se cometen, en los que se incluyen asesinatos atroces, que han dejado luto y dolor a familias panameñas. Frente a este escenario se han levantado voces propugnando iniciativas como la pena de muerte y la cadena perpetua para dar respuesta inmediata a esta situación.
Ante tales iniciativas, la Iglesia como Madre y Maestra, está en la obligación de orientar a los fieles.
LA PENA DE MUERTE
La vida humana es un don sagrado de Dios y el hombre, por más que sea el delito cometido por el delincuente, no puede arrogarse el derecho de quitársela son ofender gravemente al Creador.
Los Sumos Pontífices han implorado constantemente ante los Jefes de Estado de los países que aplican la pena capital, clemencia para con los condenados y conmutación por otra pena no privativa de la vida. Las razones que se han esgrimido básicamente son: Posibilidad de existencia de error judicial, el que una vez cumplida la pena, sería obviamente irreparable y que constituye la negación del amor a los enemigos.
Por otra parte la autoridad pública tiene suficientes medios alternos para defender a la sociedad del agresor. Por lo tanto, la Iglesia desestima la pena de muerte. El gobierno ha de buscar los medios más adecuados para castigar y rehabilitar la conducta delictiva, sin que se viole la Constitución Nacional y los convenios y pactos que en materia de derechos humanos ha consignados nuestro país. La pena de muerte ha demostrado científicamente, no ser la solución al problema de la criminalidad. Además los índices de criminalidad se mantienen en los países que tienen implantada la pena capital; de los países del mundo por su ineficacia.
CADENA PERPETUA
Nuestro país, hace dos años reformó el Código Penal en el que se aumentó la condena de prisión máxima a cincuenta años, solo han pasado apenas dos años de esta medida, periodo de tiempo que no nos permite conocer cuál es el resultado de la misma. Por otra parte, se ejecuta en nuestro país el sistema acusatorio que debemos apoyar porque sienta las bases de la transformación del sistema judicial, donde se le da un rol importante a las víctimas.
Por otro lado, la sobrepoblación, hacimiento y mora judicial en los centros penitenciarios y cárceles panameñas, es otro elemento a considerar. Es necesario que las condiciones carcelarias sean mejores en el respeto de la dignidad humana de los privados de libertad, para que realmente se cumpla lo establecido en la Constitución Nacional que señala que el sistema penitenciario se funda en principios de seguridad rehabilitación y defensa social.
Los expresado anteriormente no implica que la Iglesia pretenda que haya impunidad ante los delitos cometidos; todo lo contrario, quien delinque debe pagar su deuda con la sociedad. Para ellos es necesario aprender de experiencia en otros países y escuchar a expertos en el tema.
Reiteramos que la solución a la violencia y la criminalidad deberían centrarse en la etapa anterior al delito, en la prevención, y no después. Las respuestas posteriores al delito, tales como pena de muerte y cadena perpetua, no son más que el reflejo del fracaso del Estado en garantizar la seguridad ciudadana y la promoción de una cultura de paz.


Información extraida del Panorama Católico / Domingo 2 de octubre / contraportada

ENCUENTRO JUVENIL ARQUIDIOCESANO - HURACAN 2011

¿Qué es el Encuentro Juvenil Arquidiocesano Huracán?
El tradicional Encuentro Juvenil conocido como Huracán es una actividad que se realiza en el nivel de acción masivo de la Pastoral Juvenil de la Arquidióceis de Panamá dentro del Marco de la Celebración de Pentecostés, considerando el mensaje vigente que S.S. Juan Pablo II cada año desde 1986 envía como iluminación para las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ). Este evento se ha realizado en los ultimos años dentro de la cuidad de Panamá, en los gimnasios de la Universidad Santa Maria La Antigua y el Instituto Técnico Don Bosco.
Este año contará con el predicador Fray Nelson Medina.

En este encuentro, que se desarrollará de 8:00 a.m. a 5:00 p.m., los jóvenes tendrán la oportunidad de tener una expereincia desde su fe, para ir descubriendo cuál es su proyecto de vida, qué es lo que Dios quiere de cada uno.
Para participar de este encuentro, se les solicita un balboa como aporte.


Información extraida de:
Panorama Católico / domingo 2 de Ocubre de 2011/ pag. 2
Página web de la Comisión de Pastoral Juvenil de la Arquidiocesis de Panamá / http://www.jovenescatolicos.org/es/encuentros_juveniles.html